Por fin es Viernes. Sid y Nancy (1986)

Retomando nuestra sección de "por fin es Viernes", hoy nos vamos a centrar en una pelicula rodada en los años 80 y de carácter biográfico "SID y NANCY". La película narra la historia del líder de los Sex Pistols, Sid Vicious y una groopie llamanda Nancy.

“Sid & Nancy” (Alex Cox, 1986) narra la desgarradora historia de amor que vivieron Sid Vicious y Nancy Spungen hasta su trágico y enigmático final, en un hotel de mala muerte, ella asesinada de un navajazo y él arrestado por ser el único sospechoso del crimen. La película no es un biopic realista y las personas que vivieron esos hechos aseguran que el film no se parece en nada a la realidad.

Esperamos que la disfruteis.




La figura de Sid Vicious siempre ha sido objeto de polémica. Sid Vicious es uno de esos personajes que están en el lugar equivocado en el peor momento posible. Es una mosca en el pastel de cumpleaños. Es el hijo bastardo de la sociedad de consumo, de la productividad y de lo políticamente correcto. Con esos pelos, con ese pecho palomo decorado con la svástica, con esa cadena al cuello con candado incluido, con esos ojos vidriosos y esa expresión de no enterarse de nada...¿qué fue Sid Vicious? ¿una marca registrada? ¿el artista punk definitivo, por encima del bien y del mal? ¿simplemente un heroinómano?. Yo me quedo con la opinión de Johnny Rotten, amigo y compañero de Sid Vicious en los Sex Pistols: “En realidad John era un muchacho tímido e introvertido. Un muchacho con talento pero que el fenómeno “Sex Pistols” le venía demasiado grande. De un día para otro pasó de ser un mero fan del grupo a ser el bajista. Demasiada presión para alguien tan sensible. Debido al miedo y a la inseguridad, John necesitaba drogarse antes de salir al escenario. Al principio sólo se emborrachaba. Después conoció a Nancy Spungen, prostituta y camella, y John se enganchó a la heroína. Para mi eterna vergüenza, yo fui quien les presentó.”


 A grandes rasgos refleja las vivencias de los Sex Pistols y de Sid Vicious, pero a la hora de recrear momentos concretos, el director prefiere aportar una mirada un tanto deformada, absurda, jugando con la fantasía, los elementos oníricos y las metáforas más o menos afortunadas. El experimento a veces le sale bien pero otras veces cae en la pretenciosidad y en el aburrimiento. Es una película irregular que gira una y otra vez en torno a la adicción que comparten Sid y Nancy, hundiéndose poco a poco en el agujero del mono, de la necesidad y la desesperación. Tiene escenas geniales, como la recreación del video clip “My Way”, en la que Sid Vicious, al acabar de cantar, saca una pistola y dispara a los espectadores. Gary Oldman, en líneas generales, recrea la figura de Sid Vicious moderadamente bien, aunque a veces el histrionismo se le escapa de las manos. Eso sí, él mismo se encarga de cantar las (pocas) canciones que interpreta Sid Vicious en la peli.

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